Industriales argentinos, del "escape inflacionario" a la eficiencia competitiva bajo el modelo Milei

Tras la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada, el panorama macroeconómico no solo se transformó en Argentina: también revolucionó la forma en que las compañías gestionan sus operaciones y los desafíos que los empresarios deben sortear para potenciar su rentabilidad, según Martín Rappallini, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA).

En un contexto donde elementos distorsionadores como la brecha cambiaria y la hiperinflación obligaban a enfocar recursos en estrategias financieras en detrimento de la producción, el desarrollo de proyectos o las inversiones, el actual gobierno marca un quiebre radical. “Eso es malo, en vez de poner el foco en lo productivo, en el desarrollo de una idea, lo poníamos en el manejo financiero”, reflexionó Rappallini durante su exposición en el Alacero Summit 2025, el foro regional que reúne a los líderes de la industria siderúrgica.

Allí, el directivo delineó cómo el empresariado local se había adaptado a un entorno de alta nominalidad: “Tenemos una clase empresaria que se acostumbró a vivir ese proceso inflacionario. Y ese camino implicaba escapar para adelante, cubrir los problemas con precio y no viendo cómo mejorar la eficiencia interna”. En los años post-pandemia, este expertise en entornos volátiles incluso generó admiración externa: “Después de la pandemia, se convocaban a todos los CFO argentinos para que enseñaran cómo armar presupuestos y demás. Se valoraba mucho el expertise de los empresarios argentinos en el manejo con la inflación”.

Sin embargo, el modelo impulsado por Milei, con énfasis en la apertura comercial y la competitividad más allá de fluctuaciones cambiarias, impone ahora demandas más estrictas a las firmas: mayor eficiencia operativa, reducción de gastos y una revisión profunda de sus estructuras para insertarse en mercados globales. Este viraje coexiste con remanentes del pasado, en una economía que, según Rappallini, “hace 15 años que no crece” y arrastra “altísima inflación”.“Creo que el empresario se está adaptando y quiere tener reglas claras. Lo que recojo de mis reuniones permanentes con fábricas y pymes es que se pide nivelar la cancha. Seguramente hay empresas que tienen que hacer un trabajo de mejora de la productividad interna y de mejora permanentemente”, sostuvo el líder industrial, subrayando que “el industrial es alguien que tiene trayectoria y conocimiento de su negocio”.

La transición no está exenta de obstáculos, heredados de un “costo argentino” que eleva los precios locales entre un 15% y un 20% por encima de competidores latinoamericanos, impulsado por la pesada carga impositiva y los elevados costos laborales. “El empresario quiere ir a una nueva etapa, pero todavía estamos viviendo con distorsiones del pasado”, planteó Rappallini, al enumerar cómo “son todas distorsiones que se fueron acumulando a través del tiempo en toda la cadena de valor”.

Para el titular de la UIA, el camino adelante pasa por una reactivación sostenida: “El foco hoy es reactivar la economía, poner el foco en bajar el costo y empezar a trabajar en un cambio cultural”.